A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Hoy, 8 de marzo, celebramos el Día Internacional de la Mujer. Recordemos que la idea de establecer un día dedicado a la mujer se materializó el 28 de febrero de 1909, de la mano del Partido socialista norteamericano.

No obstante fue propiamente en 1910, durante la Conferencia Internacional Socialista de Mujeres, celebrada en Copenhague, cuando la comunista alemana de origen judío, Clara Zetkin, inspirada en el movimiento socialista norteamericano, propuso la creación de un día de la mujer. Su objetivo inicial fue el de conseguir el derecho al voto de todas las mujeres.  La idea cuajó y, en 1911, se celebró del Día Internacional de la Mujer en cuatro países. Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Luego se fue extendiendo a otros países, en España en 1936, de la mano del Frente popular.

FEFOC desea homenajear dicha efeméride. Para ello, hemos repasado la biografía de algunas mujeres que fueron fundamentales en Oncología. Pero, antes de dedicarnos a ellas, nos centramos hoy en la primera mujer que osó ser científica, la primera mujer científica en la Historia de la Humanidad..

Nos referimos a Agnodice, de Atenas, que en el siglo IV antes de nuestra Era decidió nada menos que estudiar medicina y, especialmente, obstetricia, ya que estaba muy afectada por los dolores que sufrían las parturientas. Impensable en aquella época que una mujer estudiara Medicina, contó con la complicidad y apoyo de su padre. En tiempo de Hipócrates, el proclamado con razón Padre de la Medicina, se permitía a las mujeres atender a las parteras. Pero, después de Hipócrates, se dijo que dichas parteras ocasionaban también abortos, por lo que se prohibió a todas las mujeres acceder a la Medicina. Estudios que, fuera de Grecia reservados exclusivamente a hombres, se podían realizar en Alejandría, ciudad del norte de Egipto, en la desembocadura del Nilo, fundada en el año 330 antes de nuestra Era por Alejandro el Magno.

Agnodice estudió allí con Herófilo, uno de los padres del estudio y descripción de la Anatomía humana. Herófilo realizó estudios en cadáveres, especialmente del cerebro humano, descubriendo las meninges y otras estructuras cerebrales. Dejó numerosas obras escritas que se destruyeron cuando Julio Cesar quemó la famosa biblioteca de Alejandría.  Agnodice estudió brillantemente y recibió la acreditación de Medicina y Obstetricia.

Concluidos sus estudios regresó a Atenas. Como deseaba tratar mujeres, especialmente embarazadas, se cortó la cabellera y  vistió un disfraz masculino. El éxito profesional que tuvo despertó la envidia de sus colegas masculinos que hicieron correr el rumor de que Agnodice había seducido e incluso violado a algunas de sus pacientes.

La llevaron a juicio. En una terrible sesión tuvo que demostrar su feminidad, levantando su túnica. Entonces el Tribunal (Consejo del Areópago; monte en Atenas donde se reunía al principio el rey solo para impartir justicia, luego evolucionó con la elección sucesiva de magistrados), la declaró culpable por suplantación de personalidad y la condenó a muerte. Pero sus pacientes se manifestaron a su favor, consiguiendo que se le permitiese ejercer su profesión, pero con su identidad.

Agnodice consiguió, además, que se permitiera estudiar Medicina a las mujeres en Grecia.

Agnodice es un símbolo de feminismo llevado casi hasta la tragedia. En Oncología no siempre se ha reconocido el lugar de extraordinarias profesionales en el progreso de esta disciplina. Hoy recordaremos brevemente solo a cinco de ellas:

***Marie Curie, la dos veces premio Nobel, descubridora del radio, descubrimiento que dio lugar a la radioterapia.

***Rosalind Franklin, la descubridora de la estructura del ADN, postergada por dos de sus jefes, que, encima, recibieron el premio Nobel por el descubrimiento de Rosalind.

***Vera Peters, la gran radioterapeuta que revolucionó el tratamiento de la enfermedad de Hodgkin, a la que convirtió en una enfermedad curable y que consiguió demostrar que la mastectomía en cáncer de mama no era necesaria en cánceres iniciales.

***Cicely Saunders, madre pionera de los cuidados paliativos y,

***Jane Cooke Wright que, como se ha dicho, abrió el camino hacia la Oncología moderna, con sus planteamientos en quimioterapia y su aportación al descubrimiento de un gran medicamento, el metotrexate.

Otros días ampliaremos la información que corresponde a tan extraordinarias mujeres en Oncología. Como expresa el personaje que representa Paul Newman en la película de Sidney Lumet, Veredicto final, “…dejadme ser justo, seamos justos”. Seamos para siempre justos con las mujeres, nuestras mujeres.