OLAPARIB Y RUCAPARIB EN CÁNCER DE PRÓSTATA

 

Maha Hussain y cols, de la Northwestern Uniuversity Feinberg School of Medicine, han presentado los resultados del ensayo internacional titulado PROfound, en el que, por primera vez, se han tratado pacientes con cáncer de próstata (CP) metastásico (CPM), cuya enfermedad había progresado pese a diversos tratamientos, mediante uno de genético, dirigido a bloquear alteraciones genéticas de los pacientes. Ello significa un avance significativo en CPM. Hasta ahora, todos los pacientes se trataban por un igual, pero, en el presente estudio, se ha aplicado un principio básico en la actual era de la Medicina de precisión, que es la de dirigir el tratamiento a un blanco prefijado e individual.

En 2019 en USA se diagnosticaron 174.650 nuevos casos de CP, con 31620 muertes por su causa. Según el National Cancer Institute, en este momento viven en USA con CP, 3.100.000 hombres.

Para entrar en PROfound fue requisito insalvable la presencia en los pacientes de alteraciones genéticas que permitían a las células del tumor repararse ellas mismas de los efectos del tratamiento. Los cambios genéticos más conocidos son BRACA 1, BRACA 2 y ATM, aunque hay otros.

Los pacientes con CP fueron randomizados entre olaparib (efectivo en otros cánceres con similares alteraciones genéticas) y tratamiento hormonal con abiraterona más prednisona o enzalutamida. Olaparib, bloquea PARP, proteína que ayuda a mantener efectivo el ADN de las células. Si se bloquea PARP, la célula muere.

En el grupo A (pacientes con alteraciones en BRACA 1 o 2 y en ATM), que tomaron olaparib, se observó una prolongación significativa de su supervivencia sin que la enfermedad se extendiera:7,4 meses de media en el grupo olaparib por 3,6 en el grupo con tratamiento hormonal. A los 12 meses, 28,5% del grupo olaparib seguían sin progresión de la enfermedad, por el 9% de los grupos de tratamiento hormonal. Además, el primer grupo tardó más tiempo en experimentar dolor.

Aunque se están siguiendo, los primeros datos apuntan a un posible aumento de la supervivencia en el grupo olaparib. En efecto, al año la supervivencia en este grupo fue del 73% de pacientes, por el 56,94 del grupo de tratamiento hormonal.

Aunque son datos iniciales, son muy esperanzadores ya que permiten introducir en la nueva era de la Medicina de precisión al CP.

Pero, además, la FDA (Food and Drug Administration) norteamericana, acaba de aprobar otro nuevo medicamento para tratar a algunos pacientes con CP avanzado, el rucaparib, un paso más, como olaparib, en la Medicina de precisión. Se partía de la base de que el 13% de pacientes con CP tienen una mutación en el BRCA de su tumor. Rucaparib es otro inhibidor de PARP. Es efectivo en diversos tumores, destacando en cáncer de ovario. Tiene poca toxicidad, se administra oralmente y está indicado en el tratamiento de pacientes con CP extendido más allá de la próstata y resistente al tratamiento hormonal.

Olaparib y rucaparib abren un nuevo paisaje prometedor en el tratamiento de estos pacientes.