Significa su diagnóstico antes de que el mismo se haya expresado mediante signos (tumor) o síntomas (manifestaciones secundarias a la presencia del tumor). En una palabra, diagnóstico precoz es la detección de un proceso canceroso del todo desconocido hasta la fecha de la exploración o el hallazgo casual. Un ejemplo paradigmático es el del doctor Papanicolaou y el cáncer de cuello de útero, dado en el apartado dedicado a “Historia”.
¿Cuales son sus ventajas?
Que la enfermedad se halla en su mínima expresión y casi nunca ha llegado a contactar con los vasos que llevan la sangre o la linfa, por lo que las posibilidades de metástasis (es decir, crecimientos a distancia del tumor primitivo), son mínimas. Diagnóstico precoz y curación se llevan de la mano.
¿Y el diagnóstico clínico precoz?
Ya no es exactamente lo mismo. Clínico significa enfermedad ya existente, pero también en sus primeras etapas. Por ejemplo, un médico, o veces la propia persona, perciben un bulto que ha aparecido hace unos días o semanas y que no acaba de desaparecer.
Puede ser un tumor. O bien, cambios en un lunar que ya se tenía desde hacía años o más cerca. El lunar, hasta entonces sin síntomas, aumenta de tamaño, se extiende o aumenta de grosor, o cambia mucho de color, o produce picor o sangra. Estas manifestaciones pueden ser, o no, compatibles con el desarrollo incipiente de un melanoma. Pero hay que revisarlo.
Otro caso es el de las hemorragias sin causa conocida (al respecto subrayamos el caso de mujeres mayores que presentan hemorragias parecidas a la menstruación). A veces hemos oído, de un familiar, “la abuela se ha hecho joven”. No, la abuela, no se hace joven. En la mayoría de hemorragias o falsas menstruaciones hay, detrás un tumor benigno, por lo general el conocido como mioma o maligno).
O cambios en los hábitos intestinales: personas habituadas a una deposición diaria o cada dos días y, de repente cambian a un estreñimiento pertinaz o a una diarrea que se prolonga.
O un pezón que se invagina, es decir, se retrae, se va para dentro. Como hemos dicho, si esto le ocurre a una mujer joven va lo más pronto posible a su ginecólogo; si, por el contrario es una mujer mayor, muchas veces hemos vivido el no hacer caso, decir o decirse “es que me hago vieja; después de todo, para lo que me sirve el pecho”. Y en ambos casos puede haber un cáncer de mama que retrae el pezón.
O una afonía persistente, que puede se compatible con un tumor en la laringe o en el pulmón. O bien, si es fumador y le cambia la tos.
Y no olvidemos los problemas urinarios, en especial en hombres, que pueden corresponder al aumento benigno del tamaño de la próstata (hiperplasia) o a un cáncer de próstata.
¿Que hacer ante estas manifestaciones de diagnóstico clínico precoz?
Hay una regla de oro: todo cambio en nuestra salud que en unos 15 o 30 días no tenga un nombre, un diagnóstico, puede ser cáncer. El cáncer es el gran simulador, no tiene síntomas propios sino que utiliza los habituales de cada región de nuestro organismo. No deje pasar más de un mes si tiene alguno de estos problemas, que persisten y no se ha identificado la causa.
Volvamos al diagnóstico precoz “auténtico”.
Generalmente se consigue mediante campañas públicas en gran escala, en personas sanas. Aquí se las conoce como “cribaje” aunque el nombre más conocido es el de screening, según la denominación inglesa. En estas campañas se intenta detectar cánceres ocultos en personas aparentemente sanas. No son útiles en todos los cánceres. Las más efectivas son las del cáncer mama, de
cuello del útero y del colon, o intestino grueso. En cuanto al cáncer de próstata, hay una gran polémica al respecto de su eficacia, por lo que hoy en día no se recomienda.
¿Cual es el objetivo fundamental de estas campañas?
El objetivo de estas campañas o programas es el de disminuir la mortalidad ocasionada por el cáncer, mediante su detección precoz en personas sanas, a través de determinados instrumentos o técnicas y su tratamiento lo más pronto posible.