CÁNCER DE PRÓSTATA EN HETEROS, GAY Y BISEXUALES

Esta noticia está dedicado a todos los hombres, sean heteros, gay o bisexuales, con sospecha o diagnóstico de cáncer de próstata (CP) y su tratamiento, a sus familiares, amigos, al personal sanitario que diagnostica, trata y les da soporte y al público en general interesado en el tema.

En el momento del diagnóstico de CP, cerca del 90% de casos se encuentra en etapa precoz, local o regional, curable, lo que explica que la mayoría de los pacientes no morirán de esta enfermedad; pero, aquí reside uno de los temas fundamentales, muchos de ellos padecerán las consecuencias no deseadas de los tratamientos.

Se trata de un tema de gran importancia individual, familiar y social, por tres motivos principales:

1. Porque afecta a los hombres, con independencia de su condición sexual. Por ello incluimos aquí y de un modo específico y abierto, a hombres gay y bisexuales. Estos, en cuanto al CP, sufren un doble tabú: por una parte, el propio del CP, tan silenciado en nuestra Sociedad y en los medios y, por otra, una discriminación por su condición sexual, que puede repercutir en la asistencia que recibe.

2. Las experiencias con CP son distintas en heterosexuales (HS) y gay y bisexuales (GB). Escrita o vía internet, la información para todos ellos es escasa, pero para los GB es prácticamente nula. Por lo general, tanto el personal sanitario como las Administraciones suelen asumir que los pacientes son HS. Todos rellenan en los hospitales papeles de admisión, en los que no se suele solicitar ni incluir la condición sexual. Por su parte, los GB no encuentran folletos informativos específicos en las salas de espera o en las consultas de CP, por lo que se ven empujados a adaptarse a las estrategias para HS.

3. Finalmente, un aspecto decisivo y novedoso del tratamiento, ha irrumpido con fuerza y esperanza para los hombres con CP localizado en la próstata y de baja agresividad. Junto a los tratamientos clásicos, prostatectomía y radioterapia (que, junto con altas tasas de curación, suelen ocasionar graves problemas secundarios, con muy frecuente alteración de la calidad de vida), surge una tercera modalidad, la vigilancia activa, o tratamiento (si es que llega a hacer falta), diferido. En cuyo caso, una verdad de Perogrullo: sin tratamiento no hay efectos secundarios. Nuestro objetivo es: Cáncer de próstata: curación con calidad de vida.