CORONAVIRUS, MINORÍAS Y MEDICAMENTOS

De momento no sabemos si lo que vamos a relatar también ocurre entre nosotros. Los datos proceden de USA. Una serie de informes muestra que el COVID-19 se ceba allí en diversas minorías, concretamente en hispánicos y afroamericanos. Así, por ejemplo, en New York los hispanos murieron por el COVID-19, 22 por 100.000, 22 por 100.000 entre afroamericanos y la mitad en blancos, con una tasa de mortalidad del 10 por 100.000. . En Louisiana, los afroamericanos representan el 32% de la población pero, en cambio, el 70% de muertes por coronavirus.

No hay misterio alguno. Los expertos en salud dicen que este terrible patrón de mortalidad se repite en epidemias infecciosas anteriores. En efecto, estas se ceban en personas con enfermedades previas, que viven en pésimas condiciones de hacinamiento y que trabajan en estrecho contacto con otros de su misma condición.

Afortunadamente nuestro sistema sanitario es universal y protector de todos, pero no olvidemos extremar el cuidado de las minorías, que también las hay entre nosotros. Tendremos que ver, una vez superada la epidemia, que será pronto, las estadísticas propias para aprender como actuar en lo futuro con nuestras minorías, si es que también se dan entre nosotros algunas situaciones parecidas.

Otro aspecto preocupante es el del tratamiento de las personas diagnosticadas con coronavirus. Llevados de una lógica inquietud por detectar medicamentos efectivos, están surgiendo mucha iniciativas no comprobadas científicamente, incluso en determinados centros franceses, de reconocida reputación. Resulta que los ensayos clínicos tienen una metodología que los hace lentos en su desarrollo, pero cuyos resultados son siempre objetivos y científicos. 

Es conveniente que ningún médico sienta la tentación, insistimos, muy comprensible en estos momentos, de aplicar productos no comprobados previamente mediante ensayos de metodología correcta. La prisa siempre ha sido una mala consejera en Medicina. Hay que buscar el equilibrio entre la urgente necesidad de poseer medicamentos efectivos contra la terrible plaga y la imprescindible aplicación de la metodología científica.